Nació en Zamora el ocho de septiembre de 1935.
Siendo muy joven aprendió el oficio, en la carpintería que regentaba su padre, quien ya colaboraba con algunas cofradías de la Semana Santa de Zamora. Posteriormente se hizo cargo del taller hasta su jubilación.
En colaboración con tallistas, tanto locales como foráneos, dedicó gran parte de su actividad como carpintero-ebanista, a la construcción y restauración de mesas procesionales para diversas hermandades la Semana Santa de Zamora. El auge de esta celebración, a partir de los años setenta y ochenta del pasado siglo, condujo a “levantar” (quitar ruedas y transformar para ser llevados a hombros) muchos pasos ya existentes y a encargar nuevos grupos que fueron estrenados en esa época y que precisaron la confección de nuevas mesas encargadas por las cofradías a este artesano zamorano especializado en trabajos de este tipo.
Una de las aportaciones introducidas en sus mesas es la inclinación de los «banzos» (largueros pareados que sirven de armazón y que se apoyan en los hombros de los hermanos de paso durante la procesión) para compensar la diferente altura de los cargadores, nivelando de esta forma las mesas procesionales en su discurrir por las calles.
En la actualidad, cuentan con sus obras la mayoría de las cofradías de la Semana Santa que llevan pasos al estilo tradicional de esta celebración zamorana.
Para la Cofradía realiza en 1974 la mesa de “El Beso de Judas”.